Incluso si el panelista logra salir sin cargos de su arresto por posesión de cocaína, tengan por seguro que las bromas lo perseguirán hasta la tumba.
Cuando nos referimos a una frase o expresión como “más vieja que el hilo negro”, queremos decir que ha estado desde antes que naciéramos o de que tuviéramos conciencia de que era un decir popular. Ahora es probable que las bromas que surgirán del arresto de Juan Andrés Salfate tengan esa categoría de aquí a unos 20 años más.
Lacoincidencia no puede ser más perfecta, por ejemplo, ¿se acuerdan cuando Sigrid Alegría chocó bajo la influencia de las drogas en 2007? Ningún chiste surgió de ese incidente, y poca gente lo recuerda, ya que es difícil unir la imagen de una actriz conocida por hacer roles serios en un episodio así.
Salfate es otra historia, desde hace tiempo que sus teorías conspirativas se han vuelto un chiste para la mayoría de la población, por lo que esto, en lugar de ser un sitio de indignación para la gente que ve a una figura pública envuelta en actos delictuales, es sólo un ingrediente más para la ya interminable corrida de bromas.
Probablemente los primeros en saltar serán “El Club de la Comedia” y “Morandé con Compañía”, ya sabidos de hacer humor de lo que esté siendo objeto de atención en diarios y revistas. Sin embargo esto también deja ver una falla monumental en nuestro sentido del humor.
La comedia en Chile, no es aburrida, pero no es, bajo ningún parámetro, memorable. Los monólogos del “Club de la Comedia” se olvidan cinco minutos tan pronto terminan, y los gags de “Morandé con Compañía” siempre dejan esa sensación de añejo. La única razón que se me ocurre para este fenómeno es la misma por la que creo que surgirá un festival de parodias sobre la detención de Salfate. El humor depende demasiado de la agenda pública.
En otros países, el humor parte de la cultura, se satirizan cosas que siempre han estado ahí, en nuestras narices, como cuando el comediante Luis Piedrahita, el que recomiendo revisar en Youtube, se burla del hecho de que nadie sabe cuántas veces se puede usar un piyama antes de tener que lavarlo, o cuando Coco Legrand se cuestiona la necesidad del vals de los novios debido a la incapacidad del chileno promedio de llevar el ritmo.
El humor de contingencia, aún cuando se vuelve una broma recurrente, nunca tendrá el mismo impacto de esas pequeñas, pero sorprendentes autoparodias, porque el chiste dejará de tener gracia tan pronto la noticia se vuelva repetitiva. Por ejemplo, ya nadie hace bromas sobre el choque de Mackena con más de dos grados de alcohol en la sangre, porque eso fue hace más de cinco años.
¿Saldrán risas de la detención de Salfate? De eso no hay duda. ¿Cuánto durarán?, saque el cronómetro y dígame entonces. No hay noticia que dure para siempre , ni chiste de farándula que haga reír para siempre.
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